Se me escapa el tiempo, fluyendo libre como el viento. Entre juegos y juglares, con la muerte pisándome los talones, sigo haciendo equilibrios y malabares. Trucos de magia blanca. Me venden humo que no compro y consejos que no me dañan cuando me levanto con el pie izquierdo de la cama en la mañana. Sigo siendo terco y testarudo dibujando en mi mente un falso futuro, un lindo cuento de hadas y es mentira que más tiene aquel que menos necesita.
Juventud divino tesoro, con el tiempo llega el añoro, me disculpo con mi síndrome de Peter Pan. Aun soy joven aunque empiezo a hacerme viejo. Cada día más viejo y cada día aun más niño, cada día soy más preso, cada día soy más libre. Y entre tantos pasatiempos me entretengo para así poder dejar de pensar en mi desdicha, que me acompaña día tras día. Por el error del necio aprende la lección el sabio y yo aprendí que jugar es divertido y que para el viaje de la vida no hay equipaje requerido. Solo importa querer y ser querido.
El amor de una mujer es el mejor regalo, como todo, tiene un lado bueno y otro malo. Y del amor que no me des no vas a sentir mi llanto. Del amor que no me des, se lo compro a otra mujer.
Gracias
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