Alzó su cuerpo del suelo, la explosión fue cercana, casi pudo sentir la metralla en la piel, estuvo a punto de alcanzarle, por suerte estaba a buen recaudo tras un coche civil.
Sacó de su bolsillo una fotografía, era de su mujer, la besó y le dijo: Cariño, pronto volveré a estar a tu lado con los niños.
Sólo tenía a su lado un puñado de soldados aliados y su arma, debían avanzar con mucho cuidado, eran pocos hombres y los refuerzos todavía tardarían en llegar.
Por su cabeza aun rondaba la idea de la retirada, era lo más lógico en aquel momento, estaban en clara desventaja, el enemigo contaba sus efectivos por cientos, ellos solo eran unas cuantas decenas, el armamento enemigo contaba con algunos lanza-granadas artillería pesada, vehículos de guerra, mientras que ellos iban a pie y con sus armas de repetición una pistola de mano, granadas y algún que otro cuchillo.
Estaba claro que si el enemigo decidía avanzar con fuerza, estarían perdidos.
Los refuerzos no llegan, los corazones de los soldados estaban cada vez mas alterados, el enemigo avanzaba lentamente, cada vez estaban mas cerca, se podían oír los disparos y los gritos cada vez más cerca, ya casi se podían distinguir las siluetas de los soldados.
Tras consultar por radio la posibilidad de la retirada se oyó clara y concisa la orden: ¡¡ NI RETIRADA NI RENDICIÓN!! Levanto en alto su mano derecha, haciendo un gesto para que le prestaran atención en voz bien alta para que se enteraran todos los soldados que lo acompañaban dijo: ¡¡ABRID FUEGO!! Dispararon sin pensarlo, disparando a matar, estaban dispuestos y entrenados para morir matando. muchos de los disparos fueron certeros, empezaban a verse cuerpos caer al suelo, se alegraron, pese a la tristeza de la situación aun no estaba todo hecho, sabían que estaban en inferioridad así que decidieron lanzar algunos explosivos para tratar de debilitar en mayor medida al pelotón enemigo que se le estaba a punto de abalanzar ya a menos de cien metros.
Los corazones latían alterados, incluido el suyo, aun estando entrenados para no ponerse nervioso ante este tipo de situaciones, su corazón latía al ritmo que marcaba el gatillo, hasta aquel momento todo estaba bien, el enemigo iba perdiendo efectivos tras cada disparo. Una bala enemiga perdida avanzaba silbando por el aire, cruzo entre dos soldados aliados, se asustaron les paso cerca del oído pero más se asustaron cuando escucharon el grito ahogado de su superior, la bala le había impactado de lleno en el cuello, le seccionó una arteria, le era imposible respirar y en ese mismo instante, sin aire ya, dejando de sentir, dejando de padece empezó a notar como su corazón dejaba de latir al ritmo que marca el gatillo.
Gracias.