Se desvanece su silueta a través del cristal, avanza a paso firme y decidido, no se detiene, tampoco se vuelve para ver lo que deja atrás, ni parece que realmente le importe demasiado.
Todo el tiempo que estuvimos juntos y nos hicimos compañía ahora parece que ya no es nada, que quedara en el recuerdo, pero no volverá a nuestro presente, un presente que ya no es nuestro, que cada uno se queda con su parte.
Anochece cada vez mas pronto en un corazón solitario, se hace mas oscuro el presente y el futuro en un corazón vagabundo, solo queda no parar de vivir. Ese triste corazón, aunque ahora lo tenga que hacer a solas, no puede parar de latir.
Ahora que esta cada vez más lejos y el cristal de la ventana se empaña con mi aliento, es cuando abro los ojos, entiendo y comprendo que me ha abandonado y que debo recorrer yo solo el sendero de mi vida, sin su compañía. Ya desapareció, ya no sigo recordándola, salvo a cada momento que recuerdo que debo olvidarle para siempre, tan solo por saber que no la podre volver a tener conmigo para siempre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario