- Buenos días princesa, me estoy quedando afónico por susurrar tu nombre en la noche, si, es cierto, no detuve el tiempo y lo derroché, ya es tarde, no es la hora de volver. ¿Porque no podemos volver a volver a volver? Se que nada es para siempre, pero nunca quise quedarme en la tierra tanto tiempo, si, sabemos los dos que yo soy como el viento y que si puedo no me detengo, ¿pero que mas da el infinito? si lo que sabemos que puede terminar siempre se convierte en algo mas bonito. Se que ya no me escuchas, y que no lees lo que te escribo, pero aun me queda el consuelo de saber que lo que pudo ser y no ha sido, pudo haber sido vivido. Vale, esta bien, tu haz tu vida, princesa, que yo ya mal haré la mía.. Pero si no te tratan como debes, princesa, recuerda que: tu eres la que más vales y que por encima de todo estas tu y por encima de ti, también tu, no lo olvides! Un beso princesa, y aunque no te lo demuestre y aunque tanto tiempo ha pasado, que sepas que aun te quiero.
Pero el maldito teléfono no suena y estas frases siguen siendo parte de mi particular condena. ¿Porque siempre me toca equivocarme?, ¿porque no seré capaz de centrarme de mirar lo que tengo y no arriesgarme a perderle?
Soy un cabezota, es cierto, y los errores los cometo por defecto
Pero el maldito teléfono no suena y estas frases siguen siendo parte de mi particular condena. ¿Porque siempre me toca equivocarme?, ¿porque no seré capaz de centrarme de mirar lo que tengo y no arriesgarme a perderle?
Soy un cabezota, es cierto, y los errores los cometo por defecto