Día 22 de junio de 1990, hospital de Calella, 00.13 horas, yo estaba allí pero no recuerdo nada, solo se, y lo se porque me lo han contado, que yo era el centro de atención en ese momento, todos me esperaban con mucha ansia, yo tenia que aparecer y nadie antes me lo había dicho.
Ese día fue el primer día que empecé el camino de la vida, sin yo saberlo estaba empezando a enfrentarme a miles de cosas, cosas que se ven y cosas que están aun por ver.
Tras 9 meses de gestación, 9 meses de dolores, de pinchazos, de mareos, de sufrimiento, porque al fin y al cabo un embarazo es sufrimiento, quizás el sufrimiento del mundo junto con el momento del parto, pero es sufrir, es mal estar día a día, falta de fuerzas, tener que comer para dos, beber para dos, todo desde ese momento es para dos y sin descanso, sin poder expresar lo que se siente con exactitud para que te puedan ayudar.
Después de 21 años cada vez que llega este día lo único que puedo hacer es dar las gracias, sólo puedo dar las gracias a mi madre y a mi padre por darme lo que me han dado, por darme la vida sin pedírsela, por alimentarme cuando lo he necesitado, por darme casa y protección cuando la he necesitado, por llegar a darme caprichos incluso cuando menos posibles eran, por darme ilusiones, por hacerme sonreír e incluso por decepcionarme, por compartir mis momentos de flaqueza y por compartir conmigo esos momentos en que yo era el mas grande, por aguantar mis rabietas, por aguantarme cuando estoy alegre, que se que me pongo muy pesado, por entender mis propósitos, por entender que crezco y crezco pero en mi mente sólo quiero seguir siendo un niño, por no cortarme las alas, por acortarme la correa cuando era debido y por darme libertad en los momentos debidos.
Que grande es el regalo que me han dado, lo conservo lo mejor que puedo, ya van 21 años y sigo conservándolo y lo recuerdo cada vez que me quito la camiseta, suena casi estupido, ¿verdad? ¿Como te acuerdas del regalo de la vida cuando te quitas la camisa? Es muy simple, me miro al ombligo y pienso: esto es lo que me ha unido a mi madre, esto es lo que me hizo empezar a vivir, estoy vivo y tengo el mayor regalo solo por haber estado conectado a mi madre por este agujerito.
¡Muchas gracias mama!
¡Deberíamos agradecer a nuestras madres el regalo que nos dieron, como mínimo siendo buenos hijos todo el año y toda la vida!
¡GRACIAS MAMA! ¡GRACIAS POR DARME LA VIDA! ¡GRACIAS POR DARME LA VIDA! ¡GRACIAS POR HABER SIDO PARTE DE TI POR 9 MESES!
Jamás podré devolverte lo que me has dado y quiero que sepas que aunque no lo muestro demasiado estoy orgullosísimo de tenerte como madre, de tener al papa como padre, sois mi ejemplo a seguir por vuestra tenacidad y por no doblegaros nunca ante las adversidades por luchar siempre por lo mejor para mi y para mi hermana, sois lo mejor que puedo tener y el mejor regalo que me podíais dar cada 22 de junio es seguir teniéndoos conmigo.
¡Os quiero infinito!
¡GRACIAS!
